jueves, 12 de abril de 2012

Dimes y diretes.



Dimes y diretes.

El eco del ruido
que ocasiona empezar
una página en blanco,
suele darnos miedo,
a veces preferimos
rellenarla con comas,
otras,
con puntos y seguido,
pero eso viene a dar igual,
si cada vez que cogemos el lápiz,
las palabras se atragantan
y la contradicción
entre cabeza y corazón
no nos permite dar rienda suelta
a las emociones que dan lugar
a paraísos prohibidos,
a recuerdos de cabecera,
a todo lo que por necios,
dejamos que se fuera,
y ahora escuece en este lápiz
impidiéndonos cambiar de libro,
alimentando los sueños no cumplidos,
en vez de los que quedan por soñar.

3 comentarios:

  1. Escondo el amor bajo los versos
    alfombras de desprecio
    Ahogo la frustración en lamentos
    por temor a ser necio.

    Una excusa para no volar.
    ¡Empieza a vivir!
    y no escribas para olvidar

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