Pequeña criatura.
Habita otra criatura
dentro de mi pecho
y yo lo sé;
a veces me ahoga,
a veces me llama
pidiéndome auxilio,
y a veces me llora.
Habita otra criatura
dentro de mi pecho,
y yo lo sé;
me habla con tu acento
echando sal sobre la herida,
que bien sabemos ella y yo
que sigue abierta,
a flor de piel.
Es esa criatura
la que escribe el testamento
de mis sueños cada noche,
me mira ajena,
y se duerme
en los párpados del miedo,
dudando de si las cosas bellas
suceden sólo por primer vez.
Yo la escucho,
la riego con canciones
que le hacen renacer,
y nunca muere,
llevándome a su lecho
de despojos y ocasiones
que mienten por los codos
y me hablan de volver,
¿Volver a dónde?
¿Volver a qué?
Después de amargos tragos
e ingentes decepciones,
encuentro la manera
de calmarle aunque nos duela;
y en esta habitación
le abro la jaula de mi pecho,
dejando que respire,
curándola con rostros
que a oscuras,
se parecen a ella.
es un nacimiento interior,,,que aporta autoduda indispensable en el camino señalizado por el amor,,,por el real y el ficticio
ResponderEliminarTe leo,te leo y no me canso :)Siempre quiero seguir leyéndote
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