martes, 1 de enero de 2013

Eternamente en libertad.

Eternamente en libertad.

Me hubiera gustado
encerrarte en un instante,
pero tú no estabas hecha
para las cajas de cristal;
decías que si se caen
se rompen,
quedan todos los cristales
por el suelo
y una vez que eso sucede
corres el riesgo
de ir andando descalza
y poderlos pisar.

Por eso aunque
me hubiera gustado
encerrarte en ese instante,
me tuve que conformar
con hacerlo eterno
de la única manera
que algo efímero
se puede futurizar,
rompiéndolo,
antes de que quedase
encerrado en una caja de cristal
y te cortases con los pedazos
esparcidos por el suelo.

Yo no quería eso,
yo te quería a ti,
mi condena fue quererte en libertad.

2 comentarios:

  1. Mejor roto y eterno. Los instantes, además de romperse, acaban por ponerse rancios.
    Hermoso poema. Seguiré tus escritos. Un abrazo.

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  2. Me ha encantado. Esto sumado al gran poder de la noche de dejar la mente humana un tanto susceptible hace que se produzca una sensación maravillosa. Entendible y emocionante.
    Disfruta de la vida! :)

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